En los últimos años, la forma en la que entendemos el hogar ha cambiado de manera radical. Ya no hablamos solo de ubicación, metros cuadrados o número de habitaciones. La tecnología, cada vez más presente en nuestras vidas, también está empezando a marcar la diferencia en el mercado inmobiliario.
1. Hogares inteligentes que suman valor
Los sistemas de domótica permiten controlar desde el móvil la iluminación, la temperatura, las persianas o incluso la seguridad de la vivienda. Una casa con estas prestaciones puede llegar a revalorizarse entre un 5% y un 10% frente a otra similar que no las incluya.
2. Eficiencia energética: un imán para compradores
La sostenibilidad ha dejado de ser un extra para convertirse en una prioridad. Viviendas con certificaciones energéticas altas (A o B), paneles solares o sistemas de bajo consumo son mucho más atractivas, no solo por el ahorro en facturas, sino porque transmiten modernidad y responsabilidad ambiental.
3. Inteligencia artificial aplicada al hogar
Cada vez son más los inmuebles equipados con asistentes virtuales capaces de aprender de nuestros hábitos: ajustar la calefacción antes de que lleguemos, encender luces en función de la hora del día o incluso recomendar rutinas de ahorro energético. Este tipo de innovaciones empieza a ser un factor decisivo para compradores jóvenes y tecnológicos.
4. ¿Qué significa esto si quieres vender tu casa?
En Gestión Inmobiliaria Fergosa observamos que los inmuebles con mejoras tecnológicas se venden más rápido y a precios más competitivos. Si estás pensando en poner tu vivienda en el mercado, invertir en eficiencia y domótica no es un gasto, sino una apuesta segura por aumentar su valor.